lunes, 24 de diciembre de 2012

Nochebuenas

  Desde Bangkok  

La Nochebuena del Oriente



Jorge Luis Hidalgo Castellanos

La temporada navideña es importante en el mundo, incluso en la parte no cristiana, como en la mayor porción de Asia, ese continente todavía misterioso y exótico ubicado al oriente de Europa y al occidente de América.

Independientemente del aspecto religioso que da origen a los festejos, no existe país en el mundo que haga caso omiso a esta celebración.

En el contexto de la conmemoración navideña, sobresalen aspectos mexicanos poco conocidos y que han sido aportados por México al mundo a lo largo de la historia, como la Flor de Nochebuena (Euphorbia pulcherrima), planta originaria de México, específicamente del actual estado de Guerrero, en el sur de la República, como lo acaba de demostrar el resultado genético de un estudio científico realizado en la Universidad Nacional (UNAM).

En español, a la Flor de Nochebuena también se le denomina flor de Pascua, pastora, pascuero, estrella federal y flor de estrella, de la que se dice que ya en la época colonial, era usada por los católicos para embellecer sus templos y altares en la Nueva España.

En la budista Tailandia, a miles de kilómetros de distancia de Guerrero, también se decora en esta época con Nochebuenas, como comúnmente son llamadas estas flores en México. Se les encuentra en los centros comerciales, en los mercados, en las escuelas y en los condominios y casas de las mejores zonas de la capital.

Cierto es que en esas áreas residen muchos extranjeros, sobre todo japoneses, pero también es verdad que las plantas de color rojo que en inglés y algunos otros idiomas se conocen como poinsettias son adquiridas –naturales o sintéticas- por los tailandeses, pues es imposible resistirse a su belleza y a la brillantez de su color.

Es de reconocerse que teniendo, como país tropical que es, una amplia variedad de flores, entre ellas las hermosas orquídeas, este reino voltee a las simples Nochebuenas para darles un lugar especial en la conmemoración de la natividad de Jesús, que es temporada previa al comienzo de otro año, un evento que es universalmente aceptado y que en Asia tiene especial raigambre.

En lengua náhuatl, los mexicanos llamaban cuetlaxóchitl a la flor de Nochebuena, y aunque utilizadas en las iglesias católicas locales desde el siglo XVII por los franciscanos, se dice que fueron “descubiertas” por Joel R. Poinsett, el primer representante diplomático de EE.UU. en México, quien en 1825 la habría llevado a Washington como regalo navideño.

El atractivo de la planta y ese intercambio cultural entre México y EE.UU. habrían sido el inicio de la difusión internacional de la flor mexicana, que comenzó también a ser conocida como “poinsettia”, en honor de Mr. Poinsett y comercializada a todo el mundo desde entonces.

Es interesante saber que lo que comúnmente se conoce como la flor, en realidad son hojas pigmentadas de la planta, a las que los botánicos llaman brácteas, pues la floración realmente es muy pequeña, semejando botoncitos de color rojo y amarillo que brotan como racimos de los extremos de cada rama y a los que se conoce como cyathia, de poco interés estético si se compara con las largas y coloridas brácteas, las cuales actualmente pueden ser de varios tonos gracias a la tecnología.

En Tailandia, los cristianos, los budistas y los agnósticos disfrutan por igual de la belleza de una flor originalmente mexicana que adorna las casas, hospitales, oficinas y tiendas con sus lindas hojas, aunque no siempre se sepa que proviene de una de las zonas más humildes de un país exótico y muy lejano, al oriente de Tailandia, llamado México.H


Copyright 2012.  Hidalgo


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